Sumario: | El "espíritu de ensañamiento" es algo que siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Cambia la forma, pero siempre se trata del mismo dinamismo que lleva a unos a ensañarse con el otros: en general, con el más débil o con el más "santo". Es la historia de Caín y Abel. Este espírito de ensañamiento es demoníaco, destructivo y autodestructivo. El entonces P. Jorge Mario Bergoglio, en un escrito del año 1987 titulado "Cartas de la tribulación -que la revista reproduce íntegramente en este fascículo-, propuso algunos remedios para resistir este mal espíritu de ensañamiento sin ser contagiados.
|