Sumario: | Este libro sigue el hilo de un debate sobre cuál es la forma de gobierno preferible: la que comporta el gobierno de los mejores o bien, la que beneficie a la mayoría. En la roma tardorrepublicana, la discusión sobre los inmensos beneficios del imperio mediterráneo se articuló en términos jurídicos; se trataba de saber si el erario y la tierra pública pertenecían a los herederos de la triunfante aristocracia conquistadora, o bien si la cosa pública era del pueblo. Atrapado en esta maraña, Cicerón trató de restablecer el consenso de las clases altas en torno al senado para fundar así el gobierno de los mejores, en beneficio no sólo de la aristocracia hereditaria sino de los más ricos, aunque no tuviesen nobles ancestros. A los partidarios del reparto los consideraba enemigos públicos y contra ellos tenía que librar roma la más justa de todas las guerras, protegiendo, al mismo tiempo, por todos los medios, los derechos de los beneficiarios del imperio.
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