Sumario: | Esta obra relata una conspiración en la que participó el marqués de Santillana contra don Álvaro de Luna, el hijo ilegítimo del copero mayor de Enrique III. Álvaro de Luna entró en la corte castellana como doncel de Juan II de Trastámara con el apoyo del Papa Benedicto XIII. Más tarde fue condestable de Castilla y representó a un poder real, aliado de la burguesía urbana, al que se enfrentaron la oligarquía castellana y los infantes de Aragón. La contienda fue larga y cruenta, el condestable sufrió el destierro dos veces (1427 y 1441). Aunque Álvaro de Luna apoyó la boda del rey Juan II con Isabel de Portugal. La nueva reina conspiró para que el rey lo detuviese. El 4 de mayo de 1453, durante la estancia de la corte en Burgos, Álvaro de Luna fue detenido por orden de la reina. Álvaro, que en estos momentos poseía uno de los ejércitos más poderosos de España, no ofreció resistencia y confió en la palabra del rey de que respetaría su vida y bienes. El 2 de junio de 1453, tras un breve juicio, fue ejecutado y su cadáver enterrado en una fosa destinada a los criminales. En 1658 el Consejo de Castilla lo declaró inocente de las acusaciones por las que había sido condenado.
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