Sumario: | El «personalismo», como corriente filosófica, coloca el foco en la persona. Las características del hombre lo hacen un ser moral. En su relación con los otros, en su comprensión de sí mismo o en función de su trascendencia. En esta breve obra, Cimientos filosóficos de una pedagogía personalista, el autor plantea varias interrogantes en sus capítulos entorno de la educación y la persona.
Su intencionalidad es reflexionar sobre la educación; pero, una educación centrada en y por la persona. Una enseñanza que abarca varias etapas de la vida. Una educación en la cual el maestro aporta más que conocimientos: «A través del maestro el alumno puede llegar a adquirir una visión del mundo, a través de la máquina no» (pág. 77).
La educación es un encuentro entre personas. Comparten conocimientos. Y recordamos quiénes han sido los docentes que han marcado algún momento de nuestras vidas, sea para bien o para mal. «Nuestra memoria va acompañada de los nombres de tantos educadores que nos hicieron experimentar que nuestra vida estaba llamada a crecer, nos abrieron horizontes, compartieron nuestras angustias y escucharon nuestros lamentos» (pág. 11).
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